Canción de amor

Para Magda


Seguramente
su vida es muy distinta de la mía
Seguramente, hoy
soñó con una lancha atravesando el lago de Atitlán
Seguramente
piensa en casarse,
tener una casa, dormir
al lado de un hombre aburrido y fiel
Seguramente, hoy
varios clientes se le insinuaron
Seguramente,
usted sonrió y resolvió cientos de problemas que deja en el trabajo porque usted
domina el arte de franquear los día ciñéndose al color del cielo,
al silencio que aprieta entre sus puños
al uniforme que, a modo de armadura,
despercude en las mañanas porque usted debe ser fuerte
porque su mamá le ha dicho:
mija, usted debe salir adelante
lograr lo que yo no conseguí
estudiar lo que yo no estudié
y cada noche, antes de acostarse
usted ora, pide fuerzas,
contiene las lágrimas y tras una bocanada de aire…
está lista para continuar
para decidir si esa lancha atravesando el lago se hunde o no


si en el futuro
la alegría
no es esta otra parte del uniforme que debe guardar con tanto cuidado
a la que le pide perdón cada mañana por usarla para ganarse la vida
para sonreirle a esos sinvergüenzas que la acosan,
que la insultan,
que traen a sus hijos con el objetivo de alborotar la cajita de lapiceros sobre su escritorio


Seguramente
usted sabe que todo esto es pasajero
Seguramente
su corazón es un monumento que se encuentra en donde acaban los mapas
Seguramente
usted sabe que de la tierra hemos arrancado la belleza,
que los días llevan número de serie
que es solo el vacío quien nos sostiene la mirada


Seguramente
mientras saca las bolsas que contienen su almuerzo y se dispone a comer
un hombre piensa en usted y le dedica un poema mejor que este
o tal vez
usted piensa en sus papás que la esperan esta noche
en el olor del café
en el sonido del río
en un poema tan hermoso que solo usted entiende


Seguramente
usted hace preguntas mientras eleva su oración
mientras sus rodillas soportan el peso de los días
de los pendientes
de las miradas que responde con una sonrisa mientras despide al cliente,
llena formularios
recoge su cabello y ve el reloj


Seguramente
usted traduce su amor en esa dedicación al trabajo
en la rigurosidad con que engrapa expedientes
en la disciplina que su jefa recompensa cuando le dice:
«tómese la tarde libre»
y usted es feliz porque se compra un helado
deambula por las calles
sabe que hoy puede andar en calma
por una tarde le ha ganado al trabajo
por una tarde puede ver cómo el sol dibuja la ciudad
cómo las burbujas y la música son la mejor defensa ante los disparos
cómo es posible reconocerse, reconciliarse con lo que fuimos
con lo que somos
al menos
por unas horas
y el único disparo al que se le debe temer
es al que viene
desde

adentro

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