La educación en Guatemala: parte 1 “el gran negocio”
Comentando y bromeando sobre este tema con un amigo, salieron a la luz ciertos aspectos que llamaron mi atención y sobre los cuales he decidido escribir. Es bien sabido que en nuestro país la educación se ha convertido en un gran negocio. No sé las cifras exactas, pero debe ascender a varias decenas o quizás cientos de millones de quetzales al año y no es de extrañar ver a muchos dueños de establecimientos educativos, vivir en grandes casas, conducir varios carros, vestir “elegantemente”, mientras los edificios de los establecimientos practicamente se caen a pedazos.
Es triste en verdad que mucha gente “astuta” se aproveche de los padres de familia, quienes depositan en ellos la responsabilidad de educar a sus hijos, y en realidad solo les proporcionan una enseñanza mediocre.
Critico ésto porque los padres de familia deben sacrificarse por el bien de sus hijos, mientras que los colegios no hacen nada por enseñar y los dueños bien gracias.
Es un problema profundo, pues mucho del sistema educativo nacional esta corrupto, empezando por los mismos maestros que realmente no tienen vocación para enseñar, luego los directores que permiten perdidas de tiempo, como ensayos de banda, prácticas deportivas Etc., actividades que pienso, no son malas en escencia, pero es necesario establecer reglas para los participantes de ellas, como que, solo alumnos con buen historial académico puedan ingresar al equipo de fútbol, la banda, Etc.
De igual modo pasa en las universidades, donde el costo de los estudios es elevadísimo; hay quien justificara esto diciendo que son carreras universitarias y pues, toda educación superior es cara. Pueden tener razón en eso, pero hay entidades educativas que parecen lucrar con cada cosa que fuere posible. Ya no son centros de enseñanza, son tiendas de inconveniencia.
Y no es que culpe a las instituciones como tal, es más bien la mala fe con que algunos guatemaltecos y empresarios “ayudan” a sus hermanos, brindándoles educación.
No debo dejar a un lado a las instituciones que realmente son dedicadas a la educación, donde es evidente la calidad de su personal y de sus estudiantes, para ellas no me queda más que admirarlas. Realmente no creo que todo este mal, simplemente critico y opino sobre lo que pienso son abusos que afectan a muchos chapines.